Ventas: (826) 2685523 con 5 líneas

Muchos campos, jardines y cultivos enfrentan un mismo problema: el suelo pierde humedad demasiado rápido. Incluso con sistemas de riego bien programados, la evaporación y el drenaje excesivo provocan que las raíces no aprovechen el agua como deberían. Esto se traduce en riegos frecuentes, mayor gasto operativo y plantas en constante estrés.

Muchos viveristas y productores comienzan con la intención correcta, pero fallan en un punto crítico: el sustrato inicial. Si la mezcla es demasiado compacta, retiene demasiada agua o no permite buena oxigenación, las semillas no germinan o las raíces se pudren antes de establecerse. En este punto, no importa qué tan buena sea la genética o el clima: el problema está en el medio.